2 tazas de moras frescas o congeladas
1 taza de yogur natural
1/2 taza de leche de almendra (puedes utilizar cualquier otra leche vegetal de tu elección)
1/4 taza de azúcar (ajusta la cantidad según tu preferencia de dulzura)
Preparación:
En una licuadora o procesador de alimentos, agrega las moras y tritúralas hasta obtener un puré suave y sin grumos. Si utilizas moras congeladas, asegúrate de descongelarlas previamente.
Añade el yogur natural, la leche de almendra y el azúcar al puré de moras en la licuadora. Mezcla a velocidad baja hasta obtener una mezcla suave y homogénea. Prueba la mezcla y ajusta el nivel de dulzura si es necesario.
Vierte la mezcla en vasos desechables, llenándolos hasta aproximadamente 3/4 de su capacidad. Deja un poco de espacio en la parte superior para permitir que el helado se expanda durante el proceso de congelación.
Cubre cada vaso con papel de aluminio o una tapa de plástico. Inserta un palito de helado en el centro de cada vaso (asegúrate de que quede lo suficientemente alto para poder sujetarlo fácilmente).
Coloca los vasos en el congelador y déjalos enfriar durante al menos 4-6 horas, o preferiblemente durante la noche, hasta que estén completamente congelados.
Una vez que los helados estén congelados, retíralos del congelador y deja que se descongelen ligeramente durante unos minutos antes de servir. Esto ayudará a que sea más fácil quitar el helado del vaso desechable.
Cuando estés listo para servir, simplemente despega el papel de aluminio o retira la tapa de plástico y tira suavemente del palito de helado para sacar el helado del vaso. Si lo deseas, puedes decorar con moras frescas adicionales antes de servir.
HELADO MILAGRO DE MANGO
