El impacto de aquella película fue decisivo para su carrera. A partir de entonces, Greene recibió elogios constantes de críticos y fanáticos por la intensidad de sus actuaciones y su capacidad para aportar profundidad a personajes complejos. Su filmografía incluye también títulos populares como The Mask, consolidando un recorrido que alternó cine independiente con grandes producciones.
Según su entorno profesional, la noticia tomó a todos por sorpresa. De hecho, el actor se encontraba preparándose para iniciar un nuevo proyecto: una película independiente titulada Mascots, en la que estaba previsto que compartiera elenco con Mickey Rourke. La expectativa por este trabajo subrayaba que Greene seguía activo y comprometido con su oficio, lo que acentúa el impacto de su repentina partida.
En medio de la investigación inicial, trascendió un elemento que llamó la atención de los vecinos y de la prensa: una nota manuscrita hallada en la puerta del apartamento. El mensaje, breve y enigmático, decía: “Sigo siendo un Westie”. La frase, que remite a una antigua referencia cultural vinculada a un grupo del pasado en Nueva York, fue descrita como críptica y no fue asociada por las autoridades a ninguna hipótesis criminal. Aun así, el detalle alimentó la curiosidad pública y se sumó al clima de interrogantes propio de los primeros momentos tras un fallecimiento inesperado.