1. Preparar el hígado
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Lava bien el hígado y elimina membranas o partes duras.
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Sécalo con papel absorbente y córtalo en filetes medianos.
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Para suavizar el sabor, puedes marinarlo en leche durante 30 minutos.
2. Sofreír las cebollas
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En una sartén grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio.
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Añade las cebollas y sofríelas lentamente hasta caramelizarlas, doradas y dulces.
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Incorpora el ajo picado y mezcla bien. Retira las cebollas y resérvalas.
3. Cocinar el hígado
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En la misma sartén, coloca los filetes de hígado y cocínalos a fuego medio-alto, unos minutos por cada lado, hasta que queden jugosos.
4. Incorporar el líquido
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Añade el vino blanco o caldo para desglasar la sartén.
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Deja reducir ligeramente y reincorpora las cebollas. Mezcla bien para integrar los sabores.
5. Servir
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Sirve caliente, decorado con perejil fresco.
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Acompaña con arroz blanco, puré de papas, pan casero o guarniciones al gusto.