Calentamos 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra en una sartén con 100 g de panceta ahumada en dados y 1 diente de ajo durante 5 minutos. Luego, retiramos el ajo y añadimos el calabacín.
Cocinamos durante 5 minutos a fuego alto, rectificamos de sal si es necesario y apagamos el fuego. Pasamos el calabacín y la panceta a un bol y dejamos enfriar un poco.
Añadimos 100 g de ricotta, una pizca de pimienta negra y una cucharada generosa de queso pecorino rallado al bol y removemos.
Desenrolla el hojaldre y coloca la masa a un lado, enróllalo 1/3 y corta la porción restante en tiras.
Dobla las tiras sobre la porción enrollada y forma un anillo con el hojaldre. Congélalo durante 15 minutos y luego úntalo con la yema de un huevo o leche. Esto asegurará que mantenga su aroma después del horneado debido al choque térmico.
Transcurrido este tiempo, hornea a 200 °C (390 °F) durante 15 minutos o hasta que esté dorado.
El hojaldre enrollado de ricotta y calabacín está listo… ¡que disfrutes!
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