Aunque no siempre haya palabras para expresar la tristeza, existen formas de honrar y recordar a estos niños:
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Encender una vela en su memoria.
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Compartir su historia, si lo deseas, con familiares o amigos.
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Escribirles una carta o crear un recuerdo simbólico, como un álbum o una pequeña ceremonia.
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Apoyar a otros padres que han pasado por pérdidas similares, creando redes de contención y solidaridad.
Estos gestos son pequeños, pero significativos. Ayudan a transformar el dolor en amor y reconocimiento.
🌟 Reflexión Final
El 15 de octubre es un recordatorio de que cada vida importa, sin importar el tiempo que haya estado con nosotros. Los niños nunca nacidos siguen viviendo en nuestro corazón, y este día es para honrarlos, recordarlos y abrazar la memoria de todos esos ángeles demasiado perfectos para la tierra.
