Cuando se habla de tés saludables con potencial para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, trombos y diabetes tipo 2, el té verde y el té negro encabezan la lista. Ambos provienen de la planta Camellia sinensis y son ricos en compuestos bioactivos como polifenoles, catequinas y flavonoides, conocidos por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Aunque no se puede afirmar que estos tés “curen” o “prevengan” por completo las enfermedades, sí es cierto que, como parte de un estilo de vida saludable, pueden brindar beneficios considerables a largo plazo.
¿Por qué el té verde es considerado uno de los más saludables?
Procesado mínimamente, el té verde conserva altos niveles de epigalocatequina galato (EGCG), uno de los antioxidantes más potentes conocidos.
Beneficios del té verde:
1. Salud cardiovascular
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Ayuda a reducir la formación de coágulos al inhibir la agregación plaquetaria.
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Disminuye el colesterol LDL (“malo”) y puede aumentar el HDL (“bueno”).
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Contribuye a regular la presión arterial.
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Sus compuestos antiinflamatorios pueden proteger contra la aterosclerosis.
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Se ha asociado su consumo regular con menor riesgo de infartos y accidentes cerebrovasculares.
2. Control del azúcar en sangre
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Mejora la sensibilidad a la insulina.
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Ayuda a estabilizar los niveles de glucosa en sangre.
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Favorece el metabolismo, lo cual puede ayudar al control del peso, factor clave en la prevención de la diabetes tipo 2.
¿Y qué hay del té negro?
El té negro pasa por un proceso completo de oxidación que le otorga su sabor característico y genera compuestos como las teaflavinas y tearubiginas, también antioxidantes eficaces.
Beneficios del té negro:
1. Salud del corazón
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Mejora la función vascular y la circulación.
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Contribuye a mantener una presión arterial equilibrada.
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Su consumo regular se ha vinculado con menor riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
2. Control glucémico
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Algunas investigaciones sugieren que mejora la sensibilidad a la insulina.
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Puede ayudar a regular los niveles de azúcar en sangre, lo que lo convierte en un aliado contra la diabetes.
Recomendaciones para un consumo saludable
Cantidad diaria recomendada: entre 3 y 5 tazas al día puede brindar beneficios evidentes. Algunos estudios incluso sugieren que consumir más de 5 tazas de té verde reduce la mortalidad cardiovascular.
Preparación adecuada:
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Té verde: usa agua a 70-80°C y deja reposar solo de 1 a 3 minutos para evitar el sabor amargo.
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Té negro: se prepara con agua hirviendo y se deja de 3 a 5 minutos.
Evitar azúcar y leche: Agregar endulzantes o lácteos puede reducir las propiedades beneficiosas del té, especialmente en personas con riesgo de diabetes.
Elegir buena calidad: Siempre que sea posible, opta por té suelto o en hojas enteras, ya que contienen más antioxidantes que los tés comerciales en bolsitas.
Consejos finales
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No reemplaces tus tratamientos médicos con el consumo de té, pero sí inclúyelo como parte de una rutina saludable.
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Consulta con un médico si estás embarazada, amamantando o si tomas medicamentos para el corazón o la diabetes.
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El té contiene cafeína, por lo que quienes sean sensibles deben moderar su consumo, especialmente del té negro.
Esta bebida ancestral no solo es reconfortante, sino también una herramienta poderosa para apoyar tu bienestar cardiovascular y metabólico. Disfrutarla de manera regular y consciente puede marcar una diferencia significativa en tu salud a largo plazo.