Perfecto para tener siempre a mano.
Congelá la salsa o puré en porciones pequeñas y usalas cuando necesites realzar un plato sin abrir una lata nueva.
Ajo picado en aceite:
Picá varios dientes de ajo y cubrilos con aceite de oliva antes de congelarlos.
Así tendrás porciones listas para saltear o aderezar platos sin tener que picar cada vez.
Caldo casero:
Ya sea de pollo, carne o verduras, el caldo es uno de los mejores ingredientes para congelar.
Vertelo en cubeteras y usá los cubos para dar sabor a sopas, arroces o salsas.
Café fuerte:
Congelar café recién hecho en cubos es ideal para preparar frappés, postres fríos o enfriar el café sin diluirlo con agua. Una solución práctica y deliciosa.
Pesto: