Puede que no sea un tema del que nos guste hablar en la mesa, pero la orina es uno de esos indicadores silenciosos que nos da pistas claras sobre lo que ocurre dentro de nuestro organismo. Cada vez que vas al baño, tu cuerpo está expulsando desechos y líquidos que ya no necesita. Sin embargo, el color, la frecuencia e incluso el olor de la orina pueden ser señales muy valiosas sobre tu estado de salud.
Aunque a veces lo pasemos por alto, observar la orina es una forma sencilla de saber si estamos bien hidratados, si hay un desajuste en la dieta o, en algunos casos, si existe algún problema que necesita atención médica. No se trata de obsesionarse, sino de aprender a leer lo que nuestro cuerpo nos comunica de manera natural.

El rango normal: de transparente a amarillo claro
Cuando la orina es clara o de un amarillo muy suave, es señal de que estás bien hidratado. El agua diluye los pigmentos naturales de la orina, lo que le da ese tono saludable. En pocas palabras, es como una palomita verde de tu cuerpo diciendo: “todo en orden”.
Amarillo intenso o ámbar
Si notas que el color es más oscuro de lo habitual, lo primero que debes pensar es en la hidratación. Probablemente no estás tomando suficiente agua, y tu cuerpo está concentrando más los desechos. No suele ser grave, pero sí es una invitación clara a beber más líquidos durante el día.

Naranja o marrón claro