Intimidad después6️⃣0️⃣: 7 verdades honestas de las que casi nadie habla

— Audrey Hepburn

Y si la pareja no ve a la mujer como mujer, el problema no está en el cuerpo, sino en él mismo.

5. El miedo a ser uno mismo desaparece
Uno de los mayores regalos de la edad es la libertad. El peso de pensamientos como “¿qué pensará la gente?”, “¿qué aspecto tengo?”, “¿me malinterpretarán?” desaparece.
Si quieres, puedes. Si no quieres, aún puedes.

La mujer deja de vivir para alguien más y, por primera vez, se convierte en una mujer para sí misma. Esta honestidad la hace más atractiva que cualquier joven.

La sexualidad no es el largo de la falda, sino la energía, el coraje de ser uno mismo, el fuego interior que no se apaga con la edad.

6. Están surgiendo nuevas formas de intimidad
Después de los 60, la intimidad deja de ser una competición con un objetivo. Se vuelve suave, tranquila, profunda.
A veces es solo un abrazo, dormirse juntos, hablar en la oscuridad. A veces, un paseo tomados de la mano o un masaje antes de dormir.

Muchas mujeres dicen que no fue hasta los 60 que descubrieron el verdadero

alor de los pequeños detalles. La ternura puede ser más importante que la técnica, y el proceso en sí mismo, más significativo que el final.

Y ya sea que la pareja sea nueva o la misma persona con la que llevas décadas, de repente empiezas a verte deo tra manera. En la cercanía, hay una apreciación del simple “somos”.

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