Este jabón casero es increíblemente versátil y puede reemplazar a muchos productos de limpieza convencionales.
- Limpieza de baños: elimina sarro, manchas de agua y residuos de jabón.
- Cocina impecable: desengrasa estufas, hornos y campanas extractoras.
- Platos y utensilios: sustituye al detergente convencional.
- Lavado de ropa: actúa como quitamanchas y elimina olores.
- Pisos y superficies: limpia cerámica, mármol y granito sin dejar residuos.
- Electrodomésticos: ideal para refrigeradores, microondas y lavadoras.
- Calzado deportivo: elimina olores y manchas en zapatillas.
Consejos para conservar el jabón casero
- Guárdalo en un recipiente hermético.
- Almacénalo en un lugar fresco y seco.
- Si espesa demasiado, añade agua caliente y agita.
- Evita exponerlo directamente al sol.
- Añade unas gotas de aceite esencial antes de cada uso para renovar el aroma.
Con estos cuidados, el jabón conservará sus propiedades durante semanas.
Trucos adicionales para potenciar su efectividad
- Añade unas gotas de jugo de limón para aumentar el poder desinfectante.
- Incorpora glicerina vegetal si deseas más espuma.
- Reduce la cantidad de agua y coloca la mezcla en moldes para obtener jabón sólido.
- Agrega una cucharada de sal para lograr mayor poder abrasivo.