Limpia la sangre de toxinas y grasas.
Mejora la digestión gracias a su alto contenido en fibra.
Protege el hígado al estimular su función depuradora.
Cuida los riñones y previene la formación de cálculos.
Reduce la retención de líquidos al ser un diurético natural.
Regula la presión arterial por su aporte de potasio y magnesio.
Mejora la circulación sanguínea.
Fortalece la piel gracias a su vitamina C y antioxidantes.
Alivia la inflamación en articulaciones y músculos.
Reduce los niveles de colesterol malo (LDL).
Apoya la pérdida de peso, ya que es bajo en calorías y da saciedad.
Fortalece el sistema inmunológico.
Previene el estreñimiento por su fibra natural.
Mejora el estado de ánimo gracias a compuestos que equilibran el sistema nervioso.
Desintoxica el organismo de metales pesados.
Favorece la cicatrización de la piel.
Previene infecciones urinarias.
Protege el corazón por sus antioxidantes.
Mejora la salud ocular al aportar vitamina A.
Ayuda en casos de diabetes al estabilizar los niveles de glucosa.
Combate la gastritis y acidez al alcalinizar el organismo.
Propiedades del Apio (en recuadro)
Propiedad Acción Principal