Lava bien el repollo y la zanahoria con agua y unas gotas de vinagre.
Corta el repollo en trozos pequeños y pela la zanahoria.
Coloca todos los ingredientes en una licuadora.
Agrega el agua para facilitar la mezcla.
Licúa durante 1-2 minutos hasta obtener un jugo homogéneo.
Cuela si deseas una textura más suave.
Consume de inmediato.