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Corta las cebollas en rodajas finas.
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Fríe las cebollas en abundante aceite hasta que estén doradas claras.
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Retíralas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
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Tritura las cebollas fritas groseramente (no muy fino).
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Calienta el aceite en una olla a presión y agrega las especias enteras. Sofríe unos segundos hasta que desprendan aroma.
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Añade el cordero y cocina a fuego alto, removiendo constantemente durante 3–4 minutos.
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Agrega la pasta de jengibre y ajo. Cocina 1–2 minutos más a fuego medio.
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Añade la cúrcuma, el chile rojo y el cilantro en polvo. Mezcla bien y cocina hasta que el aceite se separe.
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Incorpora la sal y el agua. Mezcla y deja hervir.
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Tapa la olla a presión y cocina hasta 5 silbidos.
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Abre la tapa y cocina a fuego alto 2–3 minutos para reducir el exceso de líquido.
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Baja el fuego y añade el yogur batido. Mezcla bien y cocina otros 2–3 minutos.
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Agrega las cebollas fritas molidas y mezcla hasta que la salsa espese y el aceite se separe.
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Añade la nuez moscada, el macis y el agua de kewra. Cocina 2–3 minutos más.
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Sirve caliente con arroz, roti o naan… ¡y disfruta! 😋
