Su piel era tan perfecta y sus rasgos tan bonitos que parecía una muñeca. Sus padres sabían que su hija tenía un aspecto especial, así que la llevaron a una agencia de modelos desde muy pequeña.
Pronto aparecieron fotos de Aira en Internet y, aunque la gente estaba de acuerdo en que era una auténtica belleza, también hubo quien se convenció de que los padres de la niña habían editado las fotos y puesto filtros a las imágenes de su bebé.
Con el tiempo, sin embargo, quedó claro que el aspecto de muñeca de Aira no era el resultado de un ingenioso truco de Photoshop, sino que era simplemente su aspecto en la vida real.
Ni que decir tiene que la vida de la joven pronto consistió en agencias de modelos, sesiones fotográficas y estudios, tanto que apenas tuvo tiempo de vivir una infancia normal. Según fuentes , la vida de Aira estaba dictada por sus padres, que creían firmemente que su hija iba camino del estrellato.
Pero con el paso de los años, la apariencia de Aira cambió y el aspecto de muñeca que la hacía tan única empezó a desvanecerse. El interés de las agencias de modelos decayó y las invitaciones a desfiles y sesiones de estudio casi se silenciaron.