No es emocional “leve”.
Es dolor del alma sostenido en la carne.
¿CÓMO SE LIBERA? (REAL, SIN CUENTOS)
Paso 1: Respiración que rompe nudo
Inhala por la nariz en 4 segundos.
Sostén 2 segundos.
Exhala por la boca, lento, como si soplaras fuego.
Repite 10 veces.
La respiración abre espacio donde el cuerpo se está ahogando.
Paso 2: Masaje frontal
Con el pulgar, presiona la base del cuello, abajo de la barbilla.
Baja despacio hacia el pecho.
Repite 8 veces, lento.
Si duele, ahí está lo guardado.
Paso 3: Decir lo que no dijiste
No para la otra persona.
Para tu cuerpo.
Dilo en voz baja si quieres, pero dilo:
“Sí me dolió.”
“Sí me afectó.”
“No fue justo.”
“No merecía cargar eso.”
El cuerpo no sana lo que no se nombra.
SEÑALES DE QUE EMPIEZA LA SANACIÓN
Te dan ganas de suspirar profundo
La mandíbula se suelta
Te da sensación de llorar sin motivo
La voz se acomoda
La garganta se deshace
Eso no es debilidad.
Eso es el alma descongelándose.