Nadie sabía de dónde habían salido aquellos extraños huevos ni cuál era su propósito.
La confusión crecía con cada minuto, hasta que los padres de Lily, inquietos, decidieron recurrir a un experto para desentrañar el misterio.
El especialista llegó justo a tiempo. Se inclinó sobre los huevos y los examinó con atención.
Un escalofrío le recorrió la espalda al reconocer ciertos detalles. Sus ojos reflejaron una mezcla de asombro y temor.