Con el paso del tiempo, las manchas, el óxido y el sarro comienzan a acumularse en el baño, especialmente en el inodoro y las canillas.
Estos depósitos minerales no solo afectan la apariencia del baño, sino que también pueden generar malos olores y deteriorar las superficies.

Aunque existen productos comerciales potentes, muchos son abrasivos y pueden dañar la porcelana o el acero.
Por eso, los métodos naturales se convirtieron en la opción preferida de quienes buscan una limpieza eficaz, económica y ecológica.