El olfato, ese sentido que a menudo pasa desapercibido, puede revelar mucho más de lo que imaginamos sobre nuestra salud y nuestra esperanza de vida. Diversos estudios han descubierto una conexión sorprendente entre la pérdida del olfato y un mayor riesgo de mortalidad, especialmente en adultos mayores. Pero ¿por qué ocurre esto? ¿Qué nos intenta decir el cuerpo cuando la nariz deja de percibir los aromas del mundo?
🔹 Anosmia e hiposmia: cuando el olfato se desvanece
La anosmia es la pérdida total del sentido del olfato, mientras que la hiposmia corresponde a una reducción parcial. Las personas con anosmia aún pueden distinguir sabores básicos como salado, dulce, ácido y amargo, pero tienen dificultades para identificar matices más complejos.
Esto ocurre porque la mayor parte de lo que interpretamos como “sabor” depende en realidad del olfato. Cuando este se ve afectado, la comida puede parecer insípida o monótona, reduciendo el apetito y el placer de comer.