La protagonista es la Maranta leuconeura, originaria de las regiones tropicales de Brasil. Además de su atractivo visual gracias a sus hojas verdes con nervaduras rojizas y patrones únicos, se le atribuye la capacidad de atraer prosperidad y armonía al hogar.
Su nombre común, planta de la oración, proviene de su capacidad natural de mover las hojas: durante el día se extienden hacia los lados, y en la noche se pliegan como si estuvieran rezando. Este gesto es interpretado como un símbolo de gratitud y protección, reforzando su fama de planta portadora de buena fortuna.
Cuidados de la Maranta leuconeura
Para que esta planta conserve su belleza y energía positiva, es fundamental brindarle los cuidados adecuados:
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Luz: Prefiere la luz indirecta brillante. La luz directa del sol puede quemar sus hojas, mientras que la poca luz puede hacer que pierda intensidad en sus colores. 
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Riego: Necesita un suelo siempre ligeramente húmedo, pero sin encharcamientos. Lo ideal es regarla con agua filtrada o de lluvia, evitando el agua con exceso de cloro o cal. 
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Humedad: Al ser una planta tropical, requiere ambientes húmedos. Es recomendable pulverizar sus hojas con agua o colocar un recipiente con agua cerca de ella. 
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Temperatura: Crece mejor en un rango entre 18 y 26 °C, lejos de corrientes de aire frío. 
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Sustrato: Un suelo ligero, con buena aireación y rico en materia orgánica es el más adecuado. 
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Poda: Retira las hojas secas para estimular un crecimiento sano y mantener su energía vital. 
