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Ubícala en espacios de reunión familiar: se cree que la Maranta potencia la armonía y la unión cuando está en lugares compartidos como la sala de estar.
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Combínala con otras plantas de prosperidad: como el bambú de la suerte o la albahaca, para multiplicar las energías positivas en tu hogar.
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Colócala en macetas de colores vivos: el rojo, el dorado o el verde realzan su simbolismo de abundancia y suerte.
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Limpia sus hojas con frecuencia: un paño húmedo ayudará a mantenerlas libres de polvo, lo que no solo cuida su aspecto, sino también su capacidad de “respirar” energía positiva.
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Conviértela en un ritual personal: al observar sus hojas plegarse cada noche, puedes aprovechar ese momento para agradecer lo bueno en tu vida y atraer nuevas oportunidades.
