A medida que pasan los años, muchos adultos mayores empiezan a notar una pérdida progresiva de fuerza, equilibrio y masa muscular. Este proceso, conocido como sarcopenia, es una de las principales causas de caídas, cansancio constante y disminución en la calidad de vida. Aunque es común, no es inevitable. Con la alimentación adecuada, es posible detenerla e incluso revertirla.
Uno de los errores más frecuentes es pensar que la pérdida muscular es parte natural del envejecimiento y que no se puede hacer nada al respecto. La realidad es otra: con el nutriente adecuado, el cuerpo puede regenerar tejido muscular, aumentar energía y recuperar vitalidad, incluso después de los 60 o 70 años.
La clave está en las proteínas
Las proteínas son esenciales para mantener los músculos fuertes. Con la edad, el cuerpo utiliza la proteína de manera menos eficiente, por lo que los adultos mayores necesitan una ingesta mayor que los jóvenes. La proteína ayuda a:
• Reparar y construir músculo
• Producir hormonas y enzimas
• Fortalecer el sistema inmunológico
• Mantener la movilidad y la independencia
Sin suficiente proteína, el cuerpo pierde masa muscular rápidamente, lo que afecta la fuerza, el equilibrio y la energía diaria.
El alimento esencial: la proteína de suero de leche
