1. Prepará los ingredientes
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Tamizá la harina con el polvo de hornear y la sal.
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Pisá la ricota con un tenedor hasta que quede cremosa, sin grumos.
2. Mezclá los ingredientes húmedos
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En otro bowl, batí los huevos con el azúcar hasta que estén espumosos.
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Agregá la leche y el aceite, integrando con movimientos suaves.
3. Uní todo
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Incorporá la mezcla de secos a los líquidos en tandas.
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Sumá la ricota y, si querés, ralladura de limón o un chorrito de esencia de vainilla.
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Mezclá justo hasta unir. No sobrebatas, así quedan más aireadas.
Tip: si ves que el batido queda muy espeso, podés agregar una cucharada más de leche.
4. Al horno
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Precalentá el horno a 180 °C.
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Prepará una bandeja para magdalenas con pirotines o enmantecala y enharinala.
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Llená cada cavidad hasta ¾ parte.
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Horneá de 20 a 25 minutos, o hasta que al pinchar con un palillo, salga limpio.
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Dejá enfriar sobre una rejilla.