Cortar la calabaza por la mitad, retirar las semillas y las fibras internas, pelarla y cortarla en rodajas de aproximadamente ½ centímetro de grosor. Enjuagarlas con agua corriente y secarlas bien con un paño limpio.
2. Asar las rodajas
Calentar una plancha o sartén durante al menos 5 minutos. Cuando esté muy caliente, añade las rodajas de calabaza y cocínalas de 3 a 4 minutos por lado, hasta que aparezcan las marcas típicas de la parrilla. La calabaza debe estar tierna, pero no blanda.
3. Prepara el aderezo
En un bol pequeño, mezcla: aceite de oliva virgen extra, una pizca de sal, dientes de ajo picados o machacados, vinagre (si te gusta un toque ácido), chile y perejil fresco. Obtendrás una emulsión aromática y sabrosa.
4. Monta el plato
Coloca las rodajas de calabaza asadas en una fuente para horno y rocíalas con el aderezo. Tapa y deja reposar durante al menos una hora a temperatura ambiente para que los sabores penetren en la pulpa.
Cómo servir
La calabaza asada está deliciosa tanto caliente como fría. Puedes servirla como guarnición ligera, en un bufé de verduras o usarla como relleno para sándwiches y wraps.
Consejos y variaciones
Para un sabor más fresco, añade unas gotas de zumo de limón en lugar de vinagre.
Si te gustan los contrastes, prueba a terminarlo con parmesano rallado o semillas de calabaza tostadas.
Puedes conservarlo en el refrigerador durante 2 o 3 días, bien cerrado en un recipiente hermético.