Bajar las escaleras y sentir que las piernas tiemblan como gelatina. Levantarte del sillón y que las rodillas fallen sin aviso. Despertarte a las 3 de la mañana con un calambre que te dobla de dolor y te deja agarrando la sábana con fuerza. Si tienes más de 65 y esto te pasa seguido, no es “solo cosa de la edad” como te han dicho… es una señal silenciosa de que tu cuerpo está pidiendo a gritos tres nutrientes que casi todos los adultos mayores están perdiendo. Quédate conmigo porque en los próximos minutos vas a descubrir cuál es ese trío poderoso que cambió la vid
Doña María, 78 años, llegó a consulta agarrada del brazo de su hijo. Apenas podía dar tres pasos seguidos. “Doctor, ya no bajo ni al mercado, me da miedo caerme”, me dijo con la voz quebrada.
Como ella, 6 de cada 10 personas mayores de 65 tienen al menos una deficiencia de estas tres vitaminas clave. Y lo peor: muchos creen que ya no hay nada que hacer.
¿Te suena familiar alguno de estos?
- Sientes que las piernas “no te responden” al levantarte del sillón
- Aparece hormigueo o adormecimiento desde las pantorrillas hasta los dedos
- Los calambres nocturnos te despiertan y al día siguiente sigues con dolor
Si dijiste sí a dos o más… tu cuerpo te está hablando fuerte y claro.
Pero tranquilo, la buena noticia está más cerca de lo que imaginas.
El trío poderoso que casi todos los adultos mayores están perdiendo
Después de atender a miles de pacientes mayores de 65, descubrí que tres nutrientes trabajan como equipo perfecto para nervios y músculos. Cuando faltan, las piernas se debilitan rapidísimo. Cuando se recuperan… la diferencia se nota en días.
