Omega 3: Es una de las vitaminas con mayor popularidad, seguro alguna vez has oído sobre ella. Esta contribuye con la eliminación de la grasa acumulada y con la expulsión de las toxinas que pueden estar presentes en tu organismo. Además ayuda a retrasar la aparición de las arrugas, así como otras imperfecciones en la piel.
Probióticos: Pese a no ser considerados como vitaminas, estos tienen la capacidad de limpiar el intestino y contribuir con la prevención de enfermedades como el cáncer. También sirven para mejorar el metabolismo, el cual a partir de los 35 años, tiende a ralentizarse.
Vitamina D: Contribuye con la producción de calcio en el cuerpo. Además de regular enfermedades como la diabetes, el cáncer e incluso logra mantener en control a las cardiopatías.
Vitamina B12: Aunque las personas tienden a menospreciar a esta vitamina, ella es la responsable de tratar problemas de calambres en el cuerpo, así como de regular y mejorar la salud articular y de la sangre.