Las berenjenas crudas marinadas que preparo cada verano, como hacía mi abuela: ni siquiera enciendo el fuego, además las conservo todo el año.

Lavar bien la berenjena y cortarla en rodajas finas (aprox. 2-3 mm). Puedes usar una mandolina para acelerar el proceso.
Colócalas en capas en un colador, espolvoreando cada capa con un poco de sal gorda. Cúbrelas con un plato y un peso encima (un recipiente con agua sirve).
Déjalas así durante 1 hora: perderán el amargor.

Prepara la marinada
En un recipiente grande, vierte el vinagre blanco, el ajo finamente picado, las hojas de menta y el perejil picado.
Agrega el aceite de oliva virgen extra y una pizca de chile picante; mezcla bien.

Exprime y sumerge
Después de una hora, toma las berenjenas y exprímelas suavemente con las manos para eliminar el exceso de agua.
Añádelas a la marinada, remueve bien para que se impregnen, cúbrelas con film transparente y refrigera durante al menos 3-4 horas. Si es posible, déjalas toda la noche: el sabor será mucho más intenso.

Conservación
Se pueden conservar en el refrigerador hasta 5 días en un recipiente hermético.

También puedes esterilizar un frasco de vidrio y conservarlas en aceite (cubriéndolas por completo), pero solo si lo exprimes bien y usas aceite de buena calidad; así se conservarán durante todo el invierno.

Presentación
Sobre bruschetta integral con un poco de queso feta desmenuzado por encima

En un sándwich crujiente con hummus y tomates cherry

Acompañando un plato de pollo asado o tofu a la plancha

O… directamente del refrigerador, sin que se vean

Consejos
Si no te gusta mucho el ajo, puedes usar medio diente o dejarlo entero y retirarlo antes de servir.

¿Te gusta agrio? Añade unas gotas de limón al adobo.

Mucha gente me pregunta: “¿Se pueden comer berenjenas crudas?”.
Sí, y te lo aseguro: puedes comerlas crudas, siempre que sigas dos precauciones básicas. Yo lo hago desde hace años (y mi abuela también) y nunca he tenido ningún problema.

El truco es este:

Primero, las remojo en sal gruesa durante al menos una hora: esto no solo les quita el amargor, sino que también les quita el exceso de agua que las hace un poco pesadas.

Luego las marino en vinagre, junto con aceite, hierbas y ajo: la acidez del vinagre “cocina” ligeramente las rodajas, dejándolas suaves y aptas para comer.

En resumen, no están crudas como si estuvieran recién cortadas: están “marinadas”, es decir, ablandadas, desgrasadas y con sabor, listas para disfrutar incluso frías, con una rebanada de pan o en un sándwich.

¿La única precaución? Usar berenjenas bien firmes y maduras, nada de berenjenas verdes. Y si tienes el estómago sensible, empieza con una porción pequeña y ve cómo te va (aunque te digo: ¡suelen bajar de maravilla!).

¿Cuáles son los ingredientes para hacer berenjenas marinadas crudas? Para preparar berenjenas marinadas crudas, necesitarás: 2 berenjenas grandes, 1 taza de vinagre blanco, 1 puñado de menta fresca, 1 puñado de perejil fresco, 1 diente de ajo, 3-4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra, sal gruesa y chile picante.
¿Cómo se conservan las berenjenas marinadas crudas?
Las berenjenas marinadas crudas se pueden conservar en un recipiente hermético en el refrigerador hasta 5 días. También puedes esterilizar un frasco de vidrio y guardarlas en aceite, cubriéndolo completamente, pero solo si lo aprietas bien y usas aceite de buena calidad.
¿Se pueden comer las berenjenas crudas?
Sí, las berenjenas crudas se pueden comer, pero es importante seguir algunas precauciones. Primero, colócalas en sal gruesa durante al menos 1 minuto.

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