Doña Clara recuerda con una sonrisa sus años de juventud, cuando se preocupaba por su figura, su ropa y los halagos de los demás. Hoy, sentada en su mecedora, dice con firmeza:
“Lo que enamora no es el cuerpo, sino el alma. Con los años, entendí que una mirada honesta vale más que un rostro bonito.”
2. “No guardes la vajilla buena solo para visitas”
Uno de sus mayores arrepentimientos, dice, fue esperar ocasiones especiales para disfrutar lo que ya tenía.
“Usa tu mejor perfume hoy. Ponte ese vestido que te encanta. No vivas esperando. La vida es ahora.”
3. “El amor propio no se negocia”
A los 80, Doña Clara ha amado, ha sido herida y ha perdonado, pero nunca ha olvidado esto:
“No mendigues amor. Si tienes que suplicar, no es amor. Aprende a estar sola sin sentirte vacía.”