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Exprimir bien la papa es la clave para que cada capa quede crocante y no se humedee.
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Si tu sartén es más grande, hacé la mezcla un poco más fina; si es más chica, cociná en 5 capas para mantener la altura.
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Probá alternar tomates con pimientos asados en una de las capas para sumar dulzor.
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El toque de yogur deja el interior más cremoso; con mayonesa queda más sabroso y dorado.
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¿Querés más firmeza? Agregá 1 cucharada extra de maicena o una cucharada de queso rallado fino a la mezcla.
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Para servir en reunión, mantené la “torta” tibia en horno mínimo y cortá en cuñas como si fuera una torta dulce.
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Recalentá en sartén a fuego bajo con tapa: revive el crocante en minutos.
Listo: una capa sobre otra de papa dorada, queso fundente y tomate jugoso.
Con una ensalada verde al lado, tenés una cena completa y distinta que se gana aplausos al primer corte.
