Las albóndigas de ricotta y calabacín son un plato ligero y equilibrado, apto para diversas dietas, especialmente para aquellas bajas en carbohidratos refinados, con un índice glucémico moderado y diseñadas para controlar el hambre. La combinación de ricotta y calabacín aporta una buena cantidad de proteínas, un contenido razonable de calcio, un perfil lipídico equilibrado y un bajo contenido calórico, lo que las convierte en una comida nutricionalmente completa.
El calabacín es una verdura baja en calorías (17 kcal por 100 g), rica en agua, fibra soluble y micronutrientes antioxidantes como la luteína y la zeaxantina. Estos compuestos contribuyen a la protección de la salud ocular y celular. La ricotta de leche de vaca es una fuente proteica de alto valor biológico, de fácil digestión y rica en calcio asimilable. El uso limitado de pan rallado ayuda a unir los ingredientes sin sobrecargar el plato con carbohidratos simples.
Esta receta es perfecta para cenar, como plato principal o como plato único si se combina con una fuente de carbohidratos complejos (por ejemplo, cereales integrales o legumbres). Es apta para personas con síndrome metabólico, resistencia a la insulina, quienes intentan perder peso y niños en etapas avanzadas de destete.
Ricotta y calabacín: así preparo albóndigas saludables, ligeras y ricas en fibra: ¡sin harina! Albóndigas de Ricotta y Calabacín
Tiempo de preparación
Tiempo de preparación: 10 minutos
Tiempo de cocción: 15 minutos
Tiempo total: 25 minutos
Raciones: 2 raciones (aproximadamente 10-12 albóndigas)
Calorías
Calorías totales: aproximadamente 550 kcal
Calorías por 100 g: aproximadamente 105 kcal
Ingredientes
250 g de ricotta de leche de vaca
2 calabacines grandes (aproximadamente 350 g)
5-6 cucharadas de pan rallado integral (aproximadamente 60 g)
Sal fina al gusto
Preparación