Las preparo por la noche e incluso las como frías: estas albóndigas ligeras con ricotta y calabacín sacian sin resultar pesadas. ¡Solo 105 calorías!

Preparación de los calabacines
Lave bien los calabacines, retire los extremos y rállelos crudos con un rallador grueso. Páselos a un colador y escúrralos bien con las manos o un paño limpio para eliminar el exceso de agua.

Mezcla los ingredientes
En un bol grande, combina la ricotta bien escurrida, el calabacín rallado, el pan rallado y una pizca de sal. Mezcla bien con un tenedor o con las manos hasta que la mezcla esté firme y se pueda moldear fácilmente.

Forma las albóndigas
Toma pequeñas cantidades de la mezcla con las manos ligeramente húmedas y forma albóndigas del tamaño de una nuez. Colócalas en un plato o bandeja de horno, listas para cocinar.

Cocina en sartén o freidora de aire
Para cocinar en sartén, calienta un chorrito de aceite de oliva virgen extra en una sartén antiadherente y cocina las albóndigas durante unos 7 minutos por cada lado, hasta que estén doradas.
Para cocinar en freidora de aire, coloca las albóndigas en la cesta y cocina a 200 °C durante 15 minutos, dándoles la vuelta a mitad de la cocción para que se doren uniformemente.

Las albóndigas de ricotta y calabacín son una excelente opción:

Muy ricas en nutrientes, pero moderadamente calóricas.

Sin harinas refinadas, también son aptas para quienes siguen una dieta de bajo índice glucémico.

Ricas en proteínas, calcio y fibra.

Buena saciedad posprandial y bajo impacto glucémico.

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