«Un poco poco convencional»
Drishti aseguró que la desnudez de sus presentadoras era una forma de demostrar transparencia e imparcialidad en televisión. «No vendemos sexo, reproducimos las noticias tal cual son. Es simbólico y una buena publicidad», dijo Drishti.
Como tuvo tanto éxito, los propietarios quisieron ampliar el concepto. Durante un tiempo, Zjarr TV se planteó emitir también boletines informativos en francés e inglés con «información al desnudo», siguiendo el mismo modelo.
El concepto también convirtió a las presentadoras del canal en grandes estrellas. Una de ellas fue Enki Bracaj, de 21 años, quien presentó un programa de noticias internacionales. Sus llamativos atuendos, que a menudo dejaban ver su escote, resonaron aparentemente entre muchos telespectadores, lo que disparó sus índices de audiencia.
«La mayoría está de acuerdo en que su estilo de presentación es poco convencional, pero estamos trabajando activamente en ello. Sinceramente, no parece que esté afectando en absoluto a sus índices de audiencia», comenta un portavoz de la cadena.
Había consultado con sus padres
Enki Bracaj consiguió su trabajo de alto perfil después de una audición con la blusa abierta, lo que demuestra que estaba lejos de ser una periodista tradicional. En ese momento, la joven estudiaba relaciones públicas en su universidad local.
En 2016, reflexionó sobre su decisión de no usar sostén durante la prueba en pantalla y dijo: «Simplemente encontré una manera de destacarme en esta industria competitiva».
Enki compartió sus pensamientos sobre su forma de destacarse: «Estaba claro que si quería tener éxito, necesitaba ser valiente y ofrecer algo diferente». Enki también mencionó que consultó con sus padres antes de tomar su decisión y que su apoyo hizo que todo fuera más fácil.
Despedida tras oferta de Playboy
Sin embargo, había límites claros sobre lo que Zjarr TV toleraría de sus presentadoras de noticias. Oficialmente, Enki dejó el canal alegando insatisfacción con su salario, pero sus compañeros insinuaron una historia diferente.
La verdadera razón fue que cuando Enki Bracaj aceptó un trabajo como modelo con Playboy, sus empleadores en la cadena de televisión sintieron que había cruzado la línea. La desnudez e incluso el baño en topless siguen siendo tabú en la conservadora Albania, donde alrededor del 60 por ciento de la población es musulmana, según el Daily Mail.
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