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El silencio se volvió normal
Ya no hay temas de conversación, o lo poco que se dice es superficial. El silencio entre ambos no es cómodo, sino pesado. -
Las muestras de afecto desaparecieron
Los besos, las caricias o los gestos tiernos se volvieron raros. Parecen más una obligación que una expresión sincera de amor. -
Las discusiones nunca se resuelven
Todo se convierte en un ciclo repetitivo: pelea, silencio, reconciliación vacía… pero nada cambia realmente. -
Ya no hay proyectos en común
Antes hablaban del futuro: viajes, metas, sueños. Ahora solo viven el día a día, sin entusiasmo ni propósito compartido. -
Sientes más paz cuando estás solo
En lugar de extrañar a la persona, te sientes aliviado cuando no está. Tu mente y tu cuerpo descansan cuando hay distancia. -
Te imaginas una vida sin esa persona… y no te asusta
Si al pensar en separarte no sientes miedo, sino tranquilidad o incluso esperanza, es una señal muy clara de que algo cambió profundamente. -
Solo siguen juntos por costumbre o miedo
Muchas parejas permanecen unidas por temor a la soledad, por los hijos o por el qué dirán, pero en el fondo saben que ya no se eligen cada día.