Las señales tempranas que suelen pasar desapercibidas

La pérdida de peso involuntaria también puede ser un indicador temprano relevante. Adelgazar sin proponérselo, sin cambios en la alimentación ni en la actividad física, puede estar asociado a diversas enfermedades, entre ellas problemas del esófago. En muchos casos, esta baja de peso se produce porque la persona come menos debido a la dificultad o al dolor al tragar, aunque no siempre es percibida de inmediato como una señal de alarma.

El dolor persistente en el pecho o en la espalda es otro síntoma que puede presentarse. Suele localizarse detrás del esternón, que es donde se encuentra el esófago, y en ocasiones se irradia hacia la espalda. No necesariamente se trata de un dolor intenso, pero sí puede ser constante o repetitivo, lo que lo diferencia de molestias pasajeras. Por su ubicación, a veces se confunde con problemas cardíacos o musculares.

También pueden aparecer cambios en la voz, como una ronquera persistente que no está relacionada con infecciones respiratorias ni con un esfuerzo vocal reciente. Este síntoma puede surgir cuando la enfermedad afecta estructuras cercanas a la garganta o nervios involucrados en la producción de la voz. Al no generar dolor, suele ser subestimado durante semanas o incluso meses.

ver continúa en la página siguiente

Continua en la siguiente pagi

Leave a Comment