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Lava con agua tibia y un limpiador suave, sin fragancia.
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Enjuaga bien y seca con suavidad.
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Elige ropa interior de telas suaves y transpirables.
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Evita prendas sintéticas ajustadas que atrapan calor y humedad.
5. Cara y cuello: reflejo de vitalidad y energía
La parte superior del cuerpo también requiere cuidados específicos. La piel del rostro y el cuello suele ser fina y sensible, y reflejan directamente nuestro estado de salud y ánimo.
Consejos diarios:
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Lava con un limpiador suave recomendado para piel madura.
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Seca suavemente y, si usas crema o sérum, aplica después de secar.
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Si sales al exterior, usa protección solar especial para rostro y cuello.
Adoptar estos hábitos de higiene diaria no es cuestión de perfección, sino de cuidarse con sencillez y respeto hacia el cuerpo. ¡Un pequeño cambio en tu rutina puede marcar una gran diferencia en cómo te sientes día a día!