Lavando el suelo con los ingredientes adecuados, de hecho, podremos deshacernos de su presencia, higienizando también las superficies. ¡Hay que saber elegir bien!
Si utilizamos jabón amarillo, podemos estar seguros de que estamos utilizando el producto que por excelencia es capaz de mantener alejados a los insectos. Su aroma persistente y agradable es realmente desagradable para su delicado sentido del olfato, tanto que, una vez que las habitaciones se inunden con esta solución, su escape será casi inmediato.
Disuelva 30 gramos de jabón amarillo en un recipiente con agua caliente o tibia, agregue una taza de vinagre de sidra de manzana, humedezca el paño y límpielo por todas partes.
La combinación de los dos remedios naturales es realmente efectiva para garantizarnos días tranquilos sin invitados no deseados dentro de nuestras paredes.