En un cazo, pon a calentar 400 gr de la leche con la piel de limón y la rama de canela.
Cuando empiece a hervir, retira del fuego y deja reposar 10-15 minutos para que infusione.
En un bol, mezcla los 100 gr de leche restantes con la maicena, el azúcar y la yema de huevo. Bate bien hasta que no queden grumos.
Cuela la leche infusionada y mézclala poco a poco con la mezcla anterior, removiendo bien.
Vierte la mezcla en una cazuela a fuego medio-bajo y remueve constantemente hasta que espese (unos 10 minutos aprox.)
Una vez espesa, viértela en una fuente cuadrada o rectangular, alisando la superficie. La tapas con papel film tocando la mezcla para que no críe costra.
Deja enfriar a temperatura ambiente y luego refrigera al menos 4 horas (mejor de un día para otro).
Corta la crema en porciones cuadradas o rectangulares.
Pásalas primero por harina y luego por huevo batido.
Fríe en aceite caliente (170-180ºC) hasta que estén doradas por ambos lados.
Retira y deja escurrir sobre papel absorbente.
Mezcla azúcar con canela en polvo y espolvorea por encima mientras están calientes.
