En la antigua Grecia, la lechuza era el emblema de Atenea, diosa de la sabiduría, estrategia y justicia. Los romanos la veían como símbolo de conocimiento secreto y protección espiritual. En muchas culturas indígenas de América, son consideradas guardianas del alma y mensajeras del mundo espiritual.
Hoy, más que nunca, las lechuzas siguen representando sabiduría, percepción y equilibrio interior.
La lechuza y su relación con la intuición
Ver una lechuza no es común, por eso su aparición siempre ha sido interpretada como una señal. En tiempos antiguos, se creía que traía mensajes del más allá o advertencias de cambios importantes. Hoy, simboliza:
Llegada de claridad
Despertar de la intuición
Necesidad de mirar la vida con nuevos ojos
Su capacidad de moverse en la oscuridad simboliza ver lo que otros no ven y encontrar respuestas en medio de la confusión. La lechuza nos enseña que no todas las respuestas llegan haciendo ruido.
Mirada, observación y percepción interior