5.
Alivia el estreñimiento
Consumido en ayunas, actúa como un laxante suave que regula el tránsito intestinal.
Muy útil para quienes sufren de digestión lenta o colon irritable.
6.
Apoya la pérdida de peso
Aunque el aceite de oliva es calórico, su consumo moderado en ayunas puede ayudar a reducir el apetito.
El limón promueve la alcalinización del cuerpo y mejora el metabolismo.
7.
Mejora la apariencia de la piel
Ambos ingredientes favorecen una piel más limpia, luminosa y saludable gracias a sus propiedades antioxidantes y depurativas.
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¿Cómo se toma?
Receta básica:
1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
El jugo de medio limón fresco
Modo de uso:
Tomarlo en ayunas, 15–30 minutos antes del desayuno.
Se puede beber con un poco de agua tibia si el sabor es muy fuerte.
⚠️
Precauciones
No excedas la cantidad recomendada: demasiado aceite puede causar diarrea.
Consulta con un médico si tienes problemas de vesícula, úlceras o acidez estomacal.
No es un sustituto de tratamientos médicos; es un complemento natural.
¿Te gustaría una guía semanal o un plan sencillo para incorporar esta combinación en tu rutina?