Reemplace la sal cada pocas semanas o cuando esté húmeda y grumosa.
Para un mayor efecto, puedes colocar varios recipientes en diferentes lugares, especialmente donde se acumula la humedad, como el tronco o el suelo.
Consejo extra: La sal no es el único producto doméstico que funciona. Los periódicos arrugados, el bicarbonato de sodio o los sobres de gel de sílice también pueden absorber la humedad y refrescar el aire.
Protege tu auto con pasos sencillos.
La humedad puede parecer una molestia menor, pero con el tiempo puede ocasionar reparaciones costosas y olores persistentes. Al usar un absorbente de humedad natural como la sal, estás tomando una medida inteligente y preventiva que mantendrá el interior de tu auto limpio, seco y cómodo.