1. Vaginosis bacteriana
Una de las causas más comunes. Se produce cuando hay un desequilibrio en las bacterias naturales de la vagina.
Síntomas comunes: olor a pescado, flujo grisáceo y picazón leve.
2. Infección por hongos (Candidiasis)
Aunque no siempre tiene un olor fuerte, puede generar malestar.
Síntomas: picazón intensa, flujo blanco espeso (como queso), enrojecimiento y ardor.
3. Enfermedades de transmisión sexual (ETS)
Algunas ETS como la tricomoniasis pueden provocar un olor fuerte y desagradable.
Síntomas posibles: flujo amarillo o verdoso, ardor al orinar y mal olor persistente.
4. Mala higiene o exceso de limpieza
Tanto la falta de higiene como el uso excesivo de jabones agresivos o duchas vaginales pueden alterar el pH natural.
Consejo: usar solo agua o productos específicos con pH neutro.
5. Cambios hormonales
Durante la menstruación, embarazo o menopausia, es normal que el olor cambie ligeramente por influencia hormonal.
Importante: si el cambio es persistente o molesto, consultá con tu ginecólogo.