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Sustituye la harina blanca por versiones más nutritivas, como harina integral o de avena. Aportan más fibra y favorecen la digestión.
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Cambia la leche entera por leche desnatada o vegetal (como la de almendras), reduciendo la grasa sin perder sabor.
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Reemplaza la mantequilla o el aceite común por opciones más saludables como el aceite de coco o el aceite de oliva virgen extra — que aportan sabor y grasas buenas al plato.
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Para recetas sin gluten, utiliza harina de arroz, de almendras o de garbanzo — perfectas para empanar el lomo o preparar guarniciones ligeras.
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Agrega verduras y frutas a la receta. Combina el lomo con verduras asadas, manzanas, piña o incluso peras, para un toque agridulce que resalta el sabor de la carne.
💡 Consejo final
Pequeños cambios pueden transformar tu almuerzo en una comida más saludable y equilibrada, sin renunciar al sabor. Prueba estas sustituciones y sorprende a toda la familia con un lomo de cerdo asado jugoso, nutritivo y lleno de sabor.
