Dificultades en el habla: pronunciar, encontrar palabras o comprender frases.
Problemas de visión: visión borrosa, túnel o aparición de manchas oscuras.
Dolores de cabeza inusuales e intensos, diferentes a los habituales.
Debilidad u hormigueo en un lado del cuerpo (cara, brazo o pierna).
Mareos o pérdida de equilibrio de forma súbita.
Sensaciones extrañas como ruidos o olores inexistentes.
Asimetría facial, como la caída de un lado de la boca.
Aumento brusco de la presión arterial.
Confusión o pérdida de memoria momentánea.
El método FAST: una prueba rápida y vital
F – Face (cara): pide a la persona sonreír, ¿hay un lado caído?
A – Arm (brazos): ¿puede levantar ambos? ¿Uno desciende?
S – Speech (habla): ¿su lenguaje es incoherente o arrastrado?
T – Time (tiempo): cada minuto cuenta; llama a emergencias de inmediato.
Qué hacer en caso de sospecha
Llamar a los servicios de emergencia indicando sospecha de ictus.
Registrar la hora exacta de inicio de los síntomas.