Este pastel no es solo un postre, ¡es toda una experiencia! Me transporta a una tarde junto al mar durante unas vacaciones familiares. Recuerdo el olor a sal, el sonido de las olas y aquel pequeño café frente a la playa donde lo probamos por primera vez.
El primer bocado fue mágico: parecía que ese pastel había atrapado la esencia del viaje, desde la risa compartida hasta los atardeceres dorados.
De regreso a casa, mi madre lo simplificó a una receta de solo dos ingredientes, convirtiéndolo en un clásico familiar que revive, en cada rebanada, esos momentos inolvidables.
📝 Ingredientes
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1 lata grande (aprox. 500 g) de piña triturada (con su jugo)
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1 caja de mezcla para Angel Food Cake (bizcocho de ángel, bajo en grasa)