Malvaviscos Caseros: Una Dulce Aventura en Tu Cocina

  1. Hidratar la gelatina
    En un bol pequeño, vierte la gelatina sobre el agua fría y deja reposar durante unos 5 minutos hasta que se hidrate completamente.

  2. Preparar el almíbar
    En una cacerola, combina el azúcar, el jarabe de maíz y la sal. Calienta a fuego medio, removiendo ocasionalmente hasta que el azúcar se disuelva y la mezcla hierva. Cocina hasta que alcance 115 °C o el punto de bola blanda.

  3. Batir la gelatina
    Vierte el almíbar caliente lentamente sobre la gelatina hidratada mientras bates a velocidad alta con una batidora eléctrica. Continúa batiendo durante unos 10–12 minutos hasta obtener una mezcla blanca, espumosa y con consistencia firme.

  4. Añadir sabor
    Incorpora el extracto de vainilla y mezcla suavemente para que se distribuya de manera uniforme.

  5. Preparar el molde
    Mezcla azúcar glas con almidón de maíz en partes iguales y espolvorea generosamente sobre un molde rectangular. Vierte la mezcla de malvavisco en el molde y alisa la superficie con una espátula húmeda.

  6. Dejar reposar
    Deja que los malvaviscos se enfríen y cuajen durante al menos 4 horas o toda la noche.

  7. Cortar y rebozar
    Espolvorea más mezcla de azúcar glas y almidón sobre la superficie. Desmolda y corta en cubos con un cuchillo engrasado. Pasa cada pieza por la mezcla de azúcar para que no se peguen.

Consejos y Variaciones

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