Marquesa de Chocolate

La marquesa de chocolate es ese postre frío que siempre triunfa: capas suaves y cremosas abrazando galletas delicadamente humedecidas. No necesita horno, tiene un sabor intenso a cacao y una textura sedosa que se corta perfecta para servir a invitados o disfrutar en familia. Con ingredientes sencillos y una técnica fácil, lograrás un dulce elegante que parece de pastelería. Prepárala con antelación y deja que el frío haga su magia: cada capa se fusiona para ofrecer un bocado irresistible.

1. Forra un molde rectangular de 20 x 20 cm con papel film o papel de horno dejando sobrante para desmoldar fácil. Enfría el molde y la nata 10 minutos en la nevera para facilitar el montado.

2. Prepara la ganache-crema: pica el chocolate finamente para que se funda de forma homogénea. Calienta 200 ml de nata (≈ 3/4 taza) hasta que humee sin hervir; viértela sobre el chocolate. Deja 1 minuto, añade la mantequilla y una pizca de sal, y mezcla del centro hacia afuera hasta obtener una crema lisa y brillante.

Chocolate a la Taza
Dulce Especial de Mango.
3. Añade la vainilla y deja templar la ganache hasta que esté a temperatura ambiente y con textura espesa pero fluida. Truco: si queda muy densa, incorpora 1–2 cucharadas de nata caliente; si queda muy líquida, deja reposar unos minutos más.

4. Monta los 200 ml de nata restantes con el azúcar glas hasta picos suaves (no rígidos). Incorpora un tercio a la ganache con movimientos envolventes para aligerar; añade el resto en dos tandas, siempre con suavidad para conservar el aire.

5. Mezcla en un cuenco la leche con el cacao y el licor (opcional). Bate con varillas para disolver grumos. Prueba y ajusta dulzor si lo deseas.

6. Monta las capas: sumerge cada galleta 2–3 segundos en la leche cacaotada (que queden humedecidas, no empapadas para que mantengan estructura) y forma la primera capa en el molde, sin dejar huecos.

7. Cubre con una capa fina y uniforme de la crema de chocolate (aprox. 1/4 de la mezcla). Alisa con espátula. Repite el proceso alternando capas de galleta y crema hasta terminar, acabando con crema arriba.

8. Golpea suavemente el molde sobre la mesa para eliminar burbujas y alisar la superficie. Decora con virutas de chocolate o espolvorea cacao con un colador fino.

9. Cubre y refrigera un mínimo de 4 horas, idealmente toda la noche, para que las capas se asienten y se pueda cortar limpio. Truco: 20 minutos en el congelador antes de desmoldar ayudan a obtener bordes nítidos.

10. Desmolda tirando del papel, corta con cuchillo de hoja caliente y seca entre cortes. Conserva en frío hasta 3 días. Sirve tal cual o con un hilo de nata líquida o frutas rojas para contraste.

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