Evita el rodillo: Usa tus manos para estirar la masa suavemente. Al hacerlo, preservas las burbujas de aire que se formaron durante la fermentación, lo cual da como resultado una masa más ligera y esponjosa.
Forma un borde: Deja un borde pequeño alrededor de la masa para crear un borde crujiente al hornear.
5. Cocción a Alta Temperatura
La pizza necesita cocerse a alta temperatura para obtener una base crujiente y una textura esponjosa:
Precalienta el horno a la máxima temperatura (alrededor de 250°C o más) al menos 30 minutos antes de hornear.
Usa una piedra de pizza o bandeja perforada: Estos utensilios ayudan a distribuir el calor de manera uniforme, lo cual da una base dorada y crujiente.
6. Prueba y Ajusta la Receta
Finalmente, recuerda que cada cocina es distinta y que tu receta de masa puede variar ligeramente. No tengas miedo de experimentar y ajustar la cantidad de agua, el tiempo de amasado, o los tiempos de fermentación según el clima y tus preferencias. Con estos consejos finales, lograrás una masa de pizza casera que destacará en sabor, textura y calidad. ¡Buen provecho!