Antes que nada, tenés que decirle a tu carnicero de confianza que te guarde un matambre para la fecha en que lo vayas a preparar. Diciéndole que no pese mas de 1 kg, ya que con este peso nos aseguramos de que salga bien tierno.
Una vez que tengas el matambre y todos los ingredientes, picamos tanto el ajo como el perejil lo mas chico que puedas.
Extendemos el matambre, vas a notar que en una parte tiene una capa de grasa y en la otra una capa de carne. Ponemos la grasa boca abajo.
Ahora solo esparcimos bien por todo toda la carne, tanto el ajo como el perejil. Ahora solo falta enrollarlo y atarlo con hilo de cocina.
Cuando termines de atarlo, lo envolvemos con papel film y lo mandamos a la heladera por mínimo 1 hora. Apenas lo estés por sacar, en una olla ponemos la leche y el agua.
Desenvolvemos el matambre del papel film y lo mandamos en la olla. Aproximadamente tarda entre 1 hora y 30 minutos, para saber cuando esta lista pínchala con un tenedor y cuando este blanda, apagamos el fuego.
Un pequeño truco para saber darle un sabor exquisito, es dejarlo enfriar en ese liquido de la olla. Si lo llegas a sacar en caliente, se puede llegar a desarmar.
Y listo, ya tendríamos un rico matambre para poder disfrutarlo con familia o amigos. Te recomiendo que primero pruebes en prepararla y degustarla vos mismo/a, después le podes agregar lo que mas te guste.
Tenés muchas opciones para rellenarlo con otros ingredientes. Algunos prefieren con un toque dulce y para eso le agregan algunas pasas de uva.
O la tradicional, que lleva huevo duro, zanahoria, jamón, algún hoja verde (como espinaca o acelga). Solo te tenés que fijar en que no sea tanta cantidad, para poder enrollarlo perfectamente.