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En ensaladas frescas como la rusa o la de pollo.
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Como salsa para papas fritas, mariscos o verduras al vapor.
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En bocadillos, hamburguesas o wraps.
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Mezclada con ajo, hierbas o curry para obtener salsas diferentes.
💡 Conclusión
Hacer mayonesa casera no solo es fácil, sino que además te permite disfrutar de una salsa mucho más saludable, sin conservantes ni aditivos. Una vez la pruebes, ¡nunca volverás a comprar mayonesa industrial