Cuando supo la verdad, rompió a llorar y dijo que nunca debí haberle ocultado mi enfermedad.

Aun así, no sé si puedo perdonarla. Al excluirme de su legado, demostró lo rápido que me juzgó sin darme la oportunidad de explicarme.
¿Estoy siendo demasiado duro? No sé cómo será nuestra relación a partir de ahora.