La foto, publicada en la cuenta oficial de Instagram de Meghan, muestra a Lilibet parada en un jardín soleado, con su cabello rojo brillante, un parecido sorprendente al de su padre, el príncipe Harry, brillando en la luz. Con un sencillo vestido blanco y sosteniendo un ramo de margaritas, la joven princesa irradiaba inocencia y encanto, conquistando corazones al instante. El pie de foto revela las profundas emociones de Meghan como madre:
“Trabajé mucho para criar a Lilibet y convertirla en una niña amable, fuerte y compasiva. Ella es un reflejo del amor y los valores que valoro, y estoy muy orgullosa de la persona en la que se está convirtiendo”.
Esta publicación marcó un momento importante para la familia Sussex, ya que Lilibet se ha mantenido alejada del ojo público desde su nacimiento. Meghan y Harry ya habían expresado su deseo de proteger la privacidad de sus hijos, lo que hace que esta revelación pública sea aún más inesperada e impactante.
La publicación se volvió viral rápidamente y recibió millones de “me gusta” y comentarios de seguidores y seguidores de la realeza de todo el mundo. En el Reino Unido, la foto fue recibida con una mezcla de sorpresa y admiración. Muchos elogiaron a Meghan por sus conmovedoras palabras y por brindarle al público una oportunidad única de ver a Lilibet, octava en la sucesión al trono británico.